sábado, 17 de septiembre de 2011

Durarara!!X1 Capítulo 2

Última traducción antes de volver a clase, yay....



Capítulo 2

El motorista sin cabeza: perspectiva ajena.

Tokyo, distrito de Toshima, estación de Ikebukuro.
Línea Tobu Tojo, enfrente de la salida central del mostrador.

“Quiero irme a casa…” el chico murmuró para sí mismo.

Esa frase era simple comparada con los otros pensamientos que tenía en la cabeza. Pero esa frase tan simple era la que mejor reflejaba como se sentía en ese momento.

Pasando por delante suyo – gente. Gente, gente, gente y más gente. No veía otra cosa aparte de gente. Eran las seis de la tarde, la hora en la que el número de gente que volvía a casa del trabajo o del instituto aumentaba. Por supuesto, todavía no era la hora punta, pero el gran número de personas que veía le hacían pensar que no eran gente, si no más bien una ‘masa’.

De pie, en ese gran espacio subterráneo – en medio de la Estación de Ikebukuro, ante sus ojos se desbordaba un mar de gente. Bastante abrumado por el espectáculo que se abría ante él, casi se olvidaba de lo que había venido a hacer.

Un hombre que parecía venir del trabajo se chocó contra el adolescente. El adolescente intentó disculparse, pero el hombre no le dirigió ni la mirada antes de irse con prisa. El adolescente bajó la cabeza y murmuró. “Lo… lo siento….”

Entonces se encaminó hacia un pilar que estaba bastante separado del mostrador y se apoyó contra él.

El adolescente – Ryuugamine Mikado sintió un cosquilleo en su interior, pero se dijo a sí mismo que eran los nervios. A pesar de tener un nombre tan guay, la expresión que tenía en la cara era todo lo contrario. De hecho, parecía que estaba mareado.

Mikado había venido a Ikebukuro porque lo había invitado un viejo amigo. Para ser más exactos, a sus dieciséis años era la primera vez en su vida que pisaba Tokyo.

Mikado nunca había salido de su pueblo. Cuando estaba en secundaria no había ido a los viajes escolares. Y cuando había empezado a parecerle que la cosa se estaba pasando de rosca había entrado en un instituto privado en el distrito de Toshima. Era un instituto nuevo que tenía muy buen nombre. Las instalaciones eran excelentes y estaban consideradas unas de las mejores de Tokyo. Mikado podría haber ido al instituto en su pueblo, pero eligió Tokyo porque siempre había soñado con vivir en la ciudad y porque un buen amigo suyo de la infancia que se había transferido le había invitado.

Cuando Mikado todavía estaba en primaria tenía acceso a Internet en su casa, así que, pese a que su amigo estaba lejos e iba a otro instituto, habían mantenido el contacto. Aunque no se habían visto en mucho tiempo aún eran muy buenos amigos.

Los padres de Mikado no entendían muy bien eso del Internet, así que no entendían como podía mantenerse tan bien una amistad a distancia. Así que cuando su hijo dijo que ‘quería estudiar en Tokyo porque un buen amigo suyo le había preguntado si quería estudiar allí’ les costó aceptarlo. Y, aunque nunca dijeron nada al respecto, era porque querían que su hijo estudiase en un instituto público del pueblo. En un principio sus padres se negaron, pero después de asegurarles que trabajaría para pagar las tasas y mantenerse si le dejaban hacerlo, acabó por convencerlos. A partir de primavera empezaría su nueva vida en ese nuevo mundo.

“Más fácil decirlo que hacerlo…”

Mirando a la multitud, que lo ignoraba por completo, Mikado se sintió agobiado. Entendía que se sentía así porque estaba pensando demasiado las cosas, no podía evitar el miedo a no encajar.

Nada más suspirar por quinta vez Mikado escucho una voz que no le era familiar.

“¡Hey Mikado!”

“¿¡!?”

Mikado levantó la cabeza rápidamente y vio delante de él a un chico con el pelo teñido. Los rasgos del adolescente aun eran un poco aniñados, lo que contrastaba mucho con el color de pelo y los piercings que llevaba en la oreja.

En ese instante, a Mikado lo invadió el miedo de haberse tocado con algún extorsionador o algo de eso; pero entonces se dio cuenta de que el chico lo había llamado por su nombre. Estudió su cara detenidamente. Y finalmente, Mikado encontró un pequeño parecido con su amigo.

“¿Eh? ¿Eres… Kida-kun?”

“Ya que me lo has preguntado… ¡voy a ser tan buena persona de contestarte! Elige una de las tres: Uno, ¡Kida Masaomi! Dos, ¡Kida Masaomi! Tres, ¡Kida Masaomi!”

Después de escuchar esto, Mikado sonrió por primera vez desde que había llegado a Ikebukuro.

“¿Eres Kida-kun? ¿De verdad eres Kida-kun?”

“Me he tirado tres años perfeccionando esa broma y tú vas y la ignoras… ¡cuánto tiempo sin verte tío!”

“Chateamos ayer… pero en serio, has cambiado muchísimo, ¡me has sorprendido! ¡No me esperaba que fueses a teñirte el pelo! Y la broma que acabas de hacer es muy mala.”

Aunque chateaban todos los días, era imposible saber como habría cambiado la apariencia de Kida. Hasta su voz era un poco más grave. No era de extrañar que Mikado no le hubiese reconocido.

Kida Masaomi sonrió tímidamente y respondió.

“Han pasado cuatro años, claro que he cambiado. ¡Eres el que no ha cambiado para nada! Tienes casi el mismo aspecto que tenías en primaria… ¡y no digas tan tranquilamente que mi broma ha sido muy mala!”

Mientras hablaba, Kida le dio unas palmaditas a Mikado, que tenía más cara de niño que él, en la cabeza.

“Hey, hey no hagas eso. Además, hasta cuando chateamos las bromas que sueltas son malas…”

Mikado aparto la mano con falsa molestia. Daba igual que fuese en primaria o en el chat, siempre era Kida el que llevaba de la mano a Mikado, pero a Mikado ese acuerdo no le importaba.

En cuanto terminaron de saludarse, Kida se dirigió hacia la multitud.

“¡Venga, vamos! Vamos a salir de aquí primero. ¡Soy el mejor guía del Oeste! Pero ese oeste no se refiere a la salida oeste, ¡si no a la salida del sector Seibu[1]! Soy un guía astuto, ¿eh?”

“Ya lo veo. ¿Pero qué diferencia hay entre la salida oeste y la salida Seibu?”

“… He vuelto a fallar.”

Mientras Mikado seguía a Kida, ese miedo iba desapareciendo. Que lo guiase alguien que vivía allí, y que encima era un buen amigo, permitió a Mikado dar u n giro de 180 grados a su percepción de la ciudad.

“Dicho simplemente, el sector Tobu[2] de Ikebukuro está en la salida oeste, al contrario que el sector Seibu que está en la salida este – ah, que triste, después de haber fallado con la broma encima tengo que explicarme… ¿qué estoy haciendo?”

“¿Ser idiota?”

“¡Mira que eres cruel, capullo!”

Kida lo miro con reproche y suspiró resignado y dijo, “Da igual, soy más que esto, así que lo dejaré pasar. Bueno, ¿dónde quieres ir?”

“Hm, creo que ya te lo dije por el chat, ¿Sunshine City?”

“¿Quieres ir allí ahora? Hm… no es que me importe pero, ¿no sería mejor ir allí con una chica?”

Sunshine City 60 era famosa por haber sido la torre más alta de Japón y era una buena atracción turística. Aunque la habían sucedido la Torre de Tokyo y el punto de encuentro de la Torre de Yokohama, Sunshine City 60 todavía atraía a mucha gente. Tenía un acuario y un parque de atracciones, por lo que era un buen sitio para que los estudiantes o las familias se relajasen.

Aunque Mikado sabía que estaba cayendo en un tópico, no se le ocurría otro sitio. A decir verdad, había otro sitio que había visto a menudo en la tele-

“Ah, ¿qué tal el Parque de la Puerta Oeste de Ikebukuro?.”

“Oh, oh. Vi ese drama. Hasta tengo las novelas y el manga.”

“Nah, no me refiero al manga, ¡me refiero al sitio! ¡El Parque de la Puerta Oeste!”

Kida se quedó anonadado hasta que por fin lo comprendió. Sonrió y dijo, “no, no, se llama el Parque de la Salida Oeste de Ikebukuro.”

“¿Eh…? ¿Pero los ikebukurianos no lo llaman Parque de la Puerta Oeste?

“ ‘¿Ikebukurianos?’ ¿De dónde te has sacado eso? Bueno, da igual. ¿Quieres ir?”

En cuanto vio a Kida pararse empezó a negar vehementemente con la cabeza. “¡No… no! ¡Es tarde y si vamos seguro que nos encontramos con alguien de las pandillas de color y nos matan!”

“Uh… la verdad es que no se cómo reaccionar a eso. Además, sólo son las seis de la tarde. Sigues siendo un cobarde.”

Kida sonrió con resignación y continuó guiando a Mikado entre la gente.

La multitud había disminuido cuando salieron. Pero aún así a Mikado le estaba costando no chocarse con la gente.

“Últimamente no se ha visto mucho de las pandillas de color. Eran bastante grandes el año pasado, pero después de la conmoción que crearon en Saitama arrestaron a un montón. Después de eso, la policía hacía redadas entre la gente que llevaba un mismo color. Aunque ahora la mayoría sólo salen por la noche, no hacen nada que llame la atención hasta que los trabajadores llegan a casa… ah pero eso la cosa cambia con el Bosozoku y gente por el estilo. A veces hasta verás informes de conflictos entre el Bosozoku y la policía en las noticias y en las revistas, pero la mayoría son en el distrito de Kabuki, no en Ikebukuro.”

“¿¡El Bosozoku!?”

“Nah, puedes estar tranquilo, no se van a reunir en la estación a estas horas.”

Mikado soltó un suspiro de alivio cuando Masaomi se lo aseguró.

“Entonces… ¿Ahora Ikebukuro es bastante seguro?”

“La verdad es que no. No es que lo sepa todo sobre estos temas. Bueno, la verdad es que sí que hay unos cuantos grupitos de esos. Hay más gente peligrosa aparte del Bosozoku y las pandillas de color. Parecen gente normal,  pero no tienes que mezclarte con ellos… pero la verdad es que no tienes mucho de lo que preocuparte. No eres del tipo que va buscando problemas por ahí. Sólo tienes que tener cuidado con esos abogados que hay por la calle y con los comerciantes sospechosos y mantenerte alejado de las pandillas de color y del Bosozoku.”

“Ya veo…”

Aunque Mikado tenía curiosidad por saber más de la ‘gente con la que no tenía que mezclarse’, decidió no preguntarle más por el tema.

Entraron a un pasillo subterráneo y estrecho que llevaba al ascensor.

Mikado miró a su alrededor y vio las filas de póster pegados a la pared. Los póster anunciaban todo tipo de cosas, desde joyerías hasta películas. Incluso habían varios de una chica de un manga.

Cuando el ascensor llegó arriba, seguía habiendo mucha gente, pero el paisaje era totalmente diferente.

El sitio estaba igual de lleno que antes y varias personas con cazadoras estaban repartiendo panfletos. Algunos se los daban sólo a las mujeres y otros a cualquiera que pasara por allí. En cuando a los que eran sólo para hombres, sólo se los daban a hombres con cierto nivel (a la gente como Mikado no le daban uno).

Había todo tipo de gente en la calle, trabajadores, trabajadores jóvenes a media jornada, estudiantes y extranjeros – había gente de todos los tamaños y colores.

Aun así, la gente no se mezclaba del todo y se juntaba con los que eran de la misma raza, como si cada grupo tuviese un territorio propio. A veces, alguien hacía una visita a territorio ajeno para buscar a alguien. Ya había oscurecido, pero seguía habiendo mucha gente por las calles.

Kida estaba acostumbrado a ello, pero para Mikado era una experiencia completamente nueva. Nunca había visto tanta gente junta, ni siquiera en el distrito comercial más grande de su pueblo. El mundo que sólo había visto a través de Internet y del manga se había materializado ante sus ojos.

Cuando Mikado le dijo a Kida lo surrealista que le parecía todo aquello, Kida se rio y dijo, “¿En serio? Entonces la próxima vez te llevaré a Shinjuku o a Shibuya. Harajuku tampoco está mal. ¡Allí tendrás un shock cultural! ¿Y qué te parece Akihabara? Pero si lo que quieres es ver una multitud, te llevaré a una carrera de caballos.”

“No quiero ir a ese tipo de sitios.”

Mientras Mikado rechazaba las sugerencias de Kida, habían llegado sin darse cuenta a una calle enorme. Los coches se agolpaban en los carriles en filas que parecían no tener fin, e incluso había una autopista enorme por encima de la carretera.

“Esa autopista es la más rápida de la ciudad. Ah, por cierto, hemos venido de 60-Storey Street. También está la Sunshine Street, pero el Cinema Sunshine está en la 60-Storey Street, no te líes. Ya que estamos por aquí debería darte una vuelta…”

“No pasa nada, podemos hacerlo en otro momento.”

Mikado decía esto a la vez que observaba a la gente, que ignoraba lo mejor de la ciudad – las vistas. Si seguía así iba a costarle lo suyo volver a Sunshine City desde la estación él solo.

Mientras los dos chicos esperaban a que el semáforo se pusiera verde, Masaomi se dio la vuelta para mirar por donde habían venido, y murmuró para sí mismo, “gracias a Dios que no nos hemos encontrado ni con Simon ni con Shizuo… Yumasaki-san y Karisawa-san seguramente estarán en los recreativos.”

“¿Quiénes son?”

Era muy obvio que Mikado estaba hablando para sí mismo, pero al oír los nombres Mikado no pudo evitar saber quiénes eran.

“¡Ah! ¡Nada! Yumasaki-san y Karisawa-san son unos amigos. Simon y Shizuo son uhm – bueno son unos de los que te he dicho antes que era mejor no mezclarse. La mayoría de la gente no se junta con Heiwajima Shizuo, pero si te lo encuentras lo mejor que puedes hacer es salir por patas.”

Teniendo en cuenta lo que había dicho Masaomi, Mikado pensó que no lo gustaba mucho el tal ‘Shizuo’. Viendo que Masaomi no tenía intención de decir nada más, Mikado decidió dejar de preguntar – pero había otra cosa que quería saber, así que se decidió a preguntarla.

“Sobre la gente que has dicho que es mejor no provocar… parecen salidos de un manga. ¿Quién más hay?”

En cuanto el adolescente con cara de niño hizo su pregunta, Masaomi miró al cielo como si estuviese pensando detenidamente y soltó un gritito, “¡El primero de la lista soy yo!”

“…raíz cuadrada de 3.”

“¿¡Raíz cuadrada!? ¿¡A qué viene eso de raíz cuadrada!? ¡Por lo menos contéstame con algo más fácil de entender, tipo menos 20 o algo! Espera… ¿me estás diciendo que ni los estudiantes de primaria, que no saben  hacer raíces cuadradas, no pillarían mis bromas? ¡Cómo te atreves! ¡Aún no he terminado de hablar y ya te estás metiendo conmigo! ¿Dónde han ido a parar tu capacidad de comprensión? ¿Ha sido por culpa del sistema de educación pública? Eso es lo que te ha hecho volverte así, ¿¡verdad!?”

“Así que hasta un sistema educativo tiene sus fallos.”

Era como en los viejos tiempos en los que Mikado le seguía la corriente a  Masaomi cuando empezaba con sus tonterías. Quizas era porque Masaomi se había dado cuenta de que estaba diciendo muchas tonterías, pero empezó a contestarle a Mikado en condiciones.

“Hm… la verdad es que hay unos cuantos tipos peligrosos. No hay nada más que decir sobre los gamberros, pero la gente con la que es más probable que te encuentres es con los dos que te he dicho. Oh, y también está Orihara Izaya. Izaya es muy peligroso, así que ni se te ocurra mezclarte con él. Pero la mayor parte del tiempo está en Shinjuku, así que puede que no te lo encuentres.”

“Orihara Izaya… que nombre más raro.”

“Mira quien ha ido a hablar,” se rio Masaomi. Mikado no podía replicar.

Ryuugamine era su apellido y su nombre, Mikado, era bastante ostentoso. Aunque se decía que sus antepasados habían sido personas muy distinguidas, los padres de Mikado eran personas normales. No estaba muy claro cuanto les quedaba de la herencia, pero si quedase algo no les molestaría tanto la decisión de Mikado de estudiar en un instituto privado.

Quizás sus padres habían escogido Mikado como nombre con la esperanza de que llegase a hacer grandes cosas, pero sólo le había causado vergüenza en primaria. Sus compañeros se burlaban constantemente de su nombre. Pero al final acabaron por acostumbrarse y dejaron de excluirle.

Pero ahora estaba es una situación distinta. En el instituto de su pueblo solo había una clase por año y todos se conocían. Ahora estaba en un sitio desconocido, conociendo a completos extraños. ¿Cómo iba a probar que era digno de un nombre así?

-Ah, es imposible…

Quizás Masaomi se dio cuenta de las dudas de Mikado, porque decidió tranquilizarlo, “Como ya te he dicho… no tienes que preocuparte mucho. Da un poco el cante, pero es un buen nombre. Mikado sólo tiene que hacer las cosas mejor que los demás y no dejar que piensen que no eres digno de tu nombre. Así nadie tendrá que decir nada al respecto.”

“…Ah, gracias.”

Aún no había terminado de darle las gracias cuando el semáforo se puso verde.

“Ah, sí. Hay otro grupo que deberías evitar… un grupo que se llama Dollars. Cuanto menos te mezcles con ellos, mejor.”

“¿Dollars…?”

“Sí. Como ‘bundos’ en vagabundo.”

“¿Qué se supone que significa eso? ¿Qué clase de gente son?”

Mikado no había preguntado mucho sobre lo demás, pero de este tema quería los detalles.

“Esto~ Bueno, la verdad es que no lo tengo muy  claro, pero he oído que tienen un motón de gente que no es normal. Los rumores dicen que son una pandilla de color, pero nadie sabe cuál es su color. Como ya te he dicho, para las pandillas es difícil reunirse, así que muchas se han disuelto por la falta de orden.”

“Ah…”

Mikado estaba satisfecho. Pero la cosa se estaba poniendo tensa entre los dos.

Cruzaron la calle en silencio y se dirigieron al edificio enorme del otro lado de la calle. El edificio tenía un aspecto muy moderno e incluso habían expuestos varios coches deportivos, que complementaban el aspecto del edificio.

Mikado estaba mirando un poco más los coches y el edificio – cuando escuchó un ruido extraño.

Nada mas oírlo había pensado que era algún animal. Pero, si escuchabas con cuidado,  te dabas cuenta de que el sonido venia de uno de los carriles de la enorme carretera. Cuando se volvió a escuchar, Mikado decidió que era el ruido de algún motor. Aunque sonaba como un animal el ruido venía de la carretera, así que tenía que ser de un coche o de una furgoneta.

Mikado se paró en seco y miró hacia arriba. Masaomi dijo con calma, “tienes suerte Mikado.”

“¿Eh?”

“No esperaba esto en tu primer día en Tokyo, pero estás a punto de ver una leyenda urbana con tus propios ojos.”

Aunque la expresión de Masaomi era una calmada, se podía ver un brillo en sus ojos que delataban su emoción.

-Así que…

Mikado se dio cuenta de que ya le había visto esa expresión a Masaomi. Como cuando un avión pasaba por encima del colegio, o aquella vez en la que un gato se había colado en el patio. Era la expresión que ponía cuando veía cosas insignificantes y extraordinarias a la vez.

Mientras Mikado pensaba en qué decirle a Masaomi-

Esa ‘existencia’ apareció delante de ellos.

Era una ‘sombra’ con forma humana montada en una moto que no tenía luces.

“¿¡!?”

Unos segundos después el motor soltó otro rugido. Pero todo se quedó en silencio al siguiente segundo. Sólo se escuchaba el ruido de los neumáticos contra el asfalto. Ese silencio era el típico de cuando se había apagado el motor, pero no parecía que la moto fuese a pararse. De hecho, estaba acelerando.

Obviamente, era una existencia antinatural que desafiaba la realidad, provocando una sensación ominosa. La mitad de la gente que había en la calle se paró a mirar en la dirección en la que se había ido la ‘sombra’ con incredulidad.

Entonces – Mikado se dio cuenta de que estaba temblando.

No era de miedo, si no de algo que estaba despertando dentro de su cuerpo y estaba tomando el control.

-Algo que no podía ver.

En el instante en el que había pasado la ‘sombra’, Mikado había mirado en el casco. No podía decir lo que había debajo de él, porque la sombra no había movido la cabeza,  pero parecía que no había nadie mirando al exterior.

Era como – si no hubiese nada debajo del casco.

♂♀

Sala del Chat (por la noche)

-Tanaka Taro se ha conectado-

*Buenas noches.*

*Buenas~*

*Ah~ ¡Es Setton-san! ¡Lo he visto!*

*¡La moto negra!*

*Tanaka Taro, ¿estás en Ikebukuro?*

*Sí. De hecho, voy a vivir en Ikebukuro a partir de ahora. Ahora estoy en casa de un amigo, pero mañana me mudaré a un apartamento cerca de la estación. Me he puesto en contacto con un PSI[3], así que podré conectarme enseguida.*

*Ya veo. Enhorabuena pues. ¿Vas a vivir solo?*

*Sí.*

*Ah… hey, has dicho que has visto a la moto negra, ¿ha sido hace nada a eso de las 7?*

*¿Tú también la has visto? La he visto cerca de Sunshine City.”

*Lo sabía. Yo también estaba por allí.*

*¿¡!?*

*¿En serio? Uwa… ¡lo mismo nos hemos cruzado y ni nos hemos enterado!*

*Puede.*

*¡Si lo hubiese sabido te lo hubiese dicho antes!*

*Bueno, bienvenido a Ikebukuro. Si quieres preguntarme algo, dispara.*

*¡Gracias! ¡Gracias!*

*Ah, bueno, entonces empezaré a preguntar…*

*Pregunta, pregunta.*

*¿Conoces a un tal Orihara Izaya?*

*Le he preguntado a mi amigo, pero me ha dicho que es mejor que no me acerque a él.*

*¿De verdad da tanto miedo el tal Izaya? Aunque bueno, imagino que no lo sabes, ¿no? Lo siento.*

*Tanaka Taro, ¿tu amigo tiene algo que ver con los bajos fondos?*

*Nah, es un chico normal y corriente.*

*Ah, ya veo. Bueno, lo siento, pero respecto a Orihara Izaya, cuanto menos sepas, mejor. Sólo trae problemas.*

*Ah, Tanaka, buenas noches~*

*Kanra-san, ¿estás aquí?*

*Estaba hablando por teléfono. Acabo de ver el registro del chat. Así que, ¿estás en Tokyo? ¡Felicidades! A ver si quedamos fuera del chat un día de estos.*

*No te preocupes si estás ocupada. Pero suena bien eso de quedar.*

*¡Sí!*

*Ah, cierto, hablando de quedar fuera del chat, ¿no ha habido varios casos de gente que ha quedado por un chat para suicidarse?*

*Oh~*

*Creo que estaba de moda el año pasado. Varias personas quedaron y organizaron un suicidio en masa.*

*Que morboso.*

*Pero no han dicho mucho al respecto en las noticias.*

*Puede que ya se hayan calmado las cosas, o que pasen tan a menudo que no son dignas de mención.*

*No necesariamente. Sigue pasando, ¡lo que pasa es que la gente no se ha dado cuenta aún!*

*¿Eh?*

*O quizás es porque no se han encontrado cuerpos.*

*Uwa~*

*No deberías decir ese tipo de cosas.*

*De todas formas, últimamente hay muchos casos de desapariciones.*

*¿Eh? No he oído nada al respecto…*

*Eh… la mayoría de las víctimas son inmigrantes ilegales o niños que se han escapado del campo. Suele pasar sobre todo desde Ikebukuro a Shibuya~ e incluso hay gente que dice que son los Dollars los que están detrás del incidente y que se los comen después. He he he~*

*Ah, parece que los Dollars son bastante famosos.*

*¡Los Dollars son geniales! He oído que tienen vínculos con la mafia china. Y también está el incidente del apuñalamiento de una pandilla… ¡He oído que lo hizo un subordinado de los Dollars!*

*Kanra-san, ¿dónde has oído todo eso?*

*Lo sé porque conozco a gente de ese campo.*

*Oh oh, tengo muchas ganas de oír más, pero tengo que madrugar mañana, así que lo dejaremos aquí por hoy~*

*Oh, ¡buenas noches!*

*Buenas noches Tanaka Taro~*

*Yo también tengo cosas que hacer, así que también me voy~*

*Lo siento… ah ah, la próxima vez me hablas de Dotachin, ¿vale?*

*Adiós~*

*Ah, bueno, lo dejaremos aquí por hoy. Total, no hay nadie.*

*Buenas noches a todos~*

-Tanaka Taro se ha desconectado-
-Setton se ha desconecado-
-Kanra se ha desconectado-




[1] Seibu: Oeste
[2] Tobu: Este
[3] PSI: Proveedor de Servicio de Internet

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